lunes, 2 de febrero de 2009

Casa Prieto López

Una vez más surgió la oportunidad de apreciar una de las obras más importantes de Luis Barragán. A pesar de las recientes visitas a distintos proyectos del mismo autor, él no deja de sorprendernos. Deja su firma al combinar en un recinto único, la comodidad y belleza a la que tantos han aspirado.
La localización de esta casa es en el Pedregal, zona de gran demanda y comercialización. Se pueden observar construcciones elaboradas, de hermosas fachadas y bien contrastados colores. Lo que hace diferente a la casa Prieto López no es la magnífica fachada, ni los diversos colores que no posee. Es en esta casa donde la sencillez y la simpleza dan cabida al bienestar de sus habitantes.
El local da una puerta de madera al exterior. Se encuentra inmediatamente con un patio de práctico diseño. Simples rectángulos forman el frente, en una esquina se ven los contenedores que nos recuerdan la vida del autor. La entrada al recinto está adornada por un mensaje y nos lleva a un cuarto de altas dimensiones. La sala y el comedor se limitan por un muro, el cual contiene la hoguera que dará calor en días de invierno. Ligeros adornos dan un toque original al lugar, las esferas contenidas, un ángel, una cruz y algún cuadro. Cercano al comedor está el desayunador, y en conjunto la cocina y un pequeño almacén.
Grandes ventanales unen la estancia con el jardín, nos recuerda algunos cuentos de viejos bosques. Un pasillo en medio de la vegetación nos lleva a un segundo jardín que ha perdido su grandeza gracias a la urbanización. Atravesamos una puerta y nos encontramos en un pequeño estudio, en lo profundo del pasillo están las recamaras, inaccesibles a sus visitantes. Al subir de nuevo nos encontramos de nuevo en el recibidor. El conocimiento de este tipo de edificaciones cambia puntos de vista, en este tipo de lugares se aspira a una belleza llena de la calidez de un hogar, a la perfección de figuras sencillas y a lo práctico en algo grande.